nota catorce

El trabajo de Diego Valle-Jones se merece todos los hurras del mundo. Diego está haciendo visual* muchos de los achaques que merman la vida de México: crimen, contaminación, la guerra contra el narco son algunos de los ejemplos de cómo Diego está mapeado al país.

En particular dos de sus propuestas son especialmente iluminadoras para mi trabajo: el proyecto “crimen por tu rumbo” y “hoyo de smog“. Ambas propuestas dan un contexto “real” de cómo y por qué, en algunas zonas de la ciudad, cierto tipo de hábitos de movilidad son más frecuentes que en otro. El miedo y la contaminación (¿sinónimo de mayor uso de transporte motorizado, flujos de personas y/o existencia de zonas industriales?) son en definitiva aspectos importantes en los discursos de movilidad urbana.

Como geógrafa cultural, estoy consciente de lo delicado que es “localizar” un mal** en el mapa. Sin embargo, era ya urgente esta iniciativa. Si hemos ya entendido la importancia de “lugar”, “espacio” y “territorio”***, cómo es posible, entonces, que esta categoría siga siendo tan abstracta cada vez que, en texto, se habla de alguno de estos problemas.

El trabajo de Diego debe ser tomado como lo que es: una excelente herramienta, no absoluta, para entender cómo y por qué un problema se conecta con otro. En el proceso de su uso, no podemos dejar de ser altamente críticos.

 

* que no ‘visible’
** ¿Necesito recordarles los mapas de pobreza en la Londres victoriana de Charles Booth?
*** Y sabemos bien que el mapa no es el territorio

Leave a comment